jueves, 24 de enero de 2013

PSICOLOGIA DEL DESARROLLO INFANTIL.


¿Existe la infancia?

Ricardo Baquero y Mariano Naradowski.

Reporte de Lectura.


El objetivo es elaborar el marco en el cual la pedagogía construye la infancia y la configura a partir de ciertas categorías, para lograrlo es necesario describir  los principales aportes en la investigación acerca de la infancia desde un punto de vista histórico y filosófico.

 

El libro de Philippe Ariès, L’Enfant et la vie familiare sous l'ancien régime habla de nuevas evidencias sobre la infancia en dos series.

 

La primera se plantea con el fin de demostrar que, por contraste con nuestros actuales sentimientos respecto de la infancia, es posible definir una etapa anterior en la que esos sentimientos no existían en la cultura occidental: ni las prácticas en los distintos aspectos de la vida social ni los patrones culturales actuales son posibles de ser detectados en ese período.

 

La segunda serie de afirmaciones contribuyen a describir la transición de la antigua a la nueva concepción de infancia que operará la cultura occidental. Para esta transición, Ariès destaca con mayor intensidad dos sentimientos de infancia. El primero es el “mignotage”, por medio del cual se reconoce una cierta especificidad del niño que se hace evidente en algunas nuevas actitudes femeninas: la de las madres y las “nurses”.

 

Este sentimiento expresa la dependencia personal del niño al adulto y la necesidad de protección por parte de este.

 

 

Una reseña del libro por parte de Jean-Louis Flandrin publicada en los Annales . Los principales puntos que en ella se destacan están vinculados especialmente al marco metodológico de la investigación llevada a cabo por Ariès.

 

El clásico estudio de Le Roy  brinda un ejemplo de notoria importancia en el campo de historia de la familia ya que tiende a poner de relieve la presencia de “amor maternal” en la Edad Media, con lo que la hipótesis de una fractura global que generó nuevos sentimientos hacia la infancia parece ser discutible.

 

Gélis destaca el concepto de individuación de la infancia: un proceso de paulatino recorte de la figura del niño a través de sus características principales: heteronomía, necesidad de protección, necesidad de un desarrollo específico que lo convierte en adulto. Para Gélis, la conformación de la infancia moderna es un proceso lento y complejo en el que conviven características desarrolladas en magnitud desigual.

 

Los estudios recientes en el campo de la historia de la infancia parecen tender a respaldar el punto de vista de Gélis.

 

En el proceso de infantilización de una parte de la sociedad, es decir, en el proceso mediante el cual la sociedad comienza a amar, proteger y considerar como agentes heterónomos a los niños, la institución escolar juega una papel central: escolarización e infantilización parecen, según todos los autores reseñados, dos fenómenos paralelos y complementarios.

 

Ariès describe que en la época clásica, la escuela medieval de los clérigos y mercaderes, no parece distinguir en modo alguno las edades de los alumnos ni ninguna condición específica de la niñez.

 

Este establecimiento integrará a niños y adultos y no existen criterios de categorización por edad o “grado” de dificultad. En la “escuela moderna”, por el contrario, la infancia ha sido delimitada y su ubicación depende de una rigurosa y muy minuciosa categorización que no sólo evita la integración de niños y adultos sino que, en el interior de la infancia.

 

La infancia es la clave de la existencia de la pedagogía en tanto discurso, pero también es imposible comprender el proceso de construcción de una infancia moderna si no se tiene en cuenta al discurso pedagógico proponiendo una analítica capaz de dotar de ciertos sentidos los enunciados sobre la infancia.

Es preciso aclarar que la pedagogía no es el único discurso encargado de la infancia.

Existe una oferta basada en la psicología y 1a pediatría que produce sentidos acerca de 1ª infancia, pero de la infancia en general.

 

Existe una diferenciación básica en el nivel del objeto de conocimiento: la psicología y la pediatría estudian al niño-en-general,  la pedagogía y la psicología educacional estudian al niño en su condición de alumno.

 

Las explicaciones sobre la lógica de los procesos de enseñanza-aprendizaje y de los comportamientos de los sujetos implicados en ella se desplazarán gradualmente de las características de los individuos, o de rasgos típicos de las poblaciones, a las características de la “cultura institucional” o, incluso, a la ponderación de “factores sociales” incidentes sobre el desempeño del niño en la escuela.

 

La infancia es una construcción de la modernidad definida por la atribución de ciertas características a un conjunto particularizado de la población, características condensadas en diferentes instituciones y en ciertos discursos científicos y normativos.

 

El desafío se presenta en la posibilidad de reconstruir la lógica general que animaría estos procesos, por lo pronto asistimos a la crisis profunda de las categorías con que significamos la infancia, la escolarización y la niñez.

 

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